«Sin contar el punto de partida, no creo en los imposibles»

Os presentamos a Vicky en este post…

Pero ¿aún no sabes quién es Vicky?

Vicky es una chica normal, corriente, con sueños y muchas aspiraciones en su vida pero dicho sueño tuvo que verse interrumpido cuando era pequeña. Vicky nació con una discapacidad, algo normal como el que nace con los ojos azules o como quien con el tiempo acaba siendo rubio, aunque hace varios años atrás decir discapacidad era sinónimo de miedo, de culpa, una palabra que nos invitaba a sobreproteger.

Vicky fue creciendo, pero conforme iba creciendo más dificultades encontraba en el camino para poder formarse, para poder tener una calidad de vida tan normal como quien está leyendo esto, es decir, tenía dificultades a la hora de estudiar, tenía dificultades a la hora de hacer amigos (y no porque ella quisiera, porque es una de las personas más cariñosas y sociables que yo he conocido en mi vida), era más propensa a tener bullying, entre un sinfín más de dificultades (quien tenga un hijo o hija con discapacidad le suenan todas estas dificultades).

A Vicky se le cerraron todas las puertas de la noche a la mañana y esto fue un batacazo no solo para ella, también para toda su familia, pero no todo es triste en esta historia. Después de 10 años, Vicky volvió a soñar, esta vez con miedo pero a la vez con más decisión y voluntad que nunca. Emprendió otro camino para estar más cerca de su inserción laboral donde el primer paso era terminar su graduado escolar, ese graduado que se quedó a medias cuando tuvo que salirse del colegio a causa del bullying.

Dos años le ha costado conseguir su graduado escolar (sin ningún tipo de adaptación) a base de esfuerzo y constancia. En este tiempo han pasado muchas personas importantes por su vida, sus compañeros de ESA, sus profesores de ESA, Lucía y todo su equipo de Jaén, nuestro apoyo y también refuerzo en muchas materias educativas y no tan educativas, personas que le han apoyado en todo momento, hasta que por fin lo consiguió.

Vicky nos deja una moraleja de vida: «sin importar el punto de partida en el que te encuentres, no creas en lo imposible, sueña».

Hoy nos sentimos doblemente orgullosos de ella y seguiremos a su lado apoyándola en todas las metas que se siga proponiendo.

Enhorabuena Vicky, porque todo esfuerzo tiene su merecido y tu te lo mereces, un paso más que tu puedes.

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