En los niños de edades entre los 2 y 5 años, es habitual que no tengan fluidez de habla total hasta que aprenden a organizar las palabras y las oraciones. En cambio, hay que tener en cuenta las disfluencias de los niños que pueden ser atípicas para diferenciarlas de las corrientes y poder tratarlas en el momento indicado.

Aproximadamente el 5% de niños atraviesa una etapa de disfemia o tartamudez que puede durar seis meses o más. Igual número de niños de ambos sexos desarrolla este trastorno, pero llegado a la edad de escolarización, el número de varones que sigue tartamudeando es tres o cuatro veces el número de niñas. Además, antes de llegar a la adolescencia, tres de cada cuatro niños recuperan la fluidez, quedando solo un 1% de la población con un problema permanente.

¿Qué causas pueden llevar a la tartamudez?

Actualmente, se conoce que la tendencia al tartamudeo es heredable en un porcentaje muy alto de los casos. Igualmente, se concibe la tartamudez como una interacción entre un componente biológico (tendencia innata al tartamudeo), un componente psicológico y las consecuencias sociales del problema.

¿De qué manera puede entorpecer la vida la tartamudez?

Una de las cosas más valiosas que tenemos los humanos es la comunicación verbal, si esta comunicación se ve afectada o limitada para expresar sentimientos, pensamientos e ideas, puede aparecer inseguridad, baja autoestima, frustración, etc.
Además de la vida social, en el futuro, la vida profesional puede verse seriamente dañada.

¿Cuándo deberíamos llevar a nuestro hijo al logopeda?

Muchos niños con disfluencias no tienen ninguna reacción aparente, pero si hay ciertas reacciones como pueden ser mostrarse preocupados, frustrados o que sienten vergüenza o miedo de hablar, incluso si los padres muestran preocupación por la situación, las que nos estaría indicando de forma muy clara que si estas dificultades existen de seis a ocho semanas deberíamos acudir a logopedia.

¿De qué forma puede ayudar el logopeda?

El profesional logopeda llevará a cabo varios procedimientos:

  • Observación de la conducta al hablar
  • Enseñanza de la mecánica del habla
  • Técnicas de fluidez
  • Técnicas de relajación muscular y control vocal
  • Técnicas de corrección de la tartamudez
  • Entrenamiento en habilidades sociales
  • Modificación del entorno del paciente para eliminar los condicionantes que agravan o mantienen la tartamudez.

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