Muchas veces ansiedad y estrés se usan como sinónimos. En ambos casos se produce una reacción caracterizada por alta activación fisiológica. El estrés es un proceso más amplio de adaptación al medio ambiente. La ansiedad es una respuesta emocional de alerta temprana a las amenazas. Se puede decir que la ansiedad es la respuesta emocional más común en el proceso de cambios en las señales de presión. El aumento de la ansiedad puede provocar estrés. A su vez, el estrés es una de las fuentes más comunes de ansiedad.
¿Qué es lo que diferencia al estrés de la ansiedad?
Estas diferencias se van a basar en cuatro aspectos: su origen, su intensidad, sus síntomas y su momento.
- Origen: el estrés y la ansiedad suelen estar relacionados y, en ocasiones, ambos pueden adaptarse. Sin embargo, el origen de estos fenómenos puede ser diferente. La ansiedad puede aparecer después de la respuesta de alerta, acompañada de miedo y preocupación. Por otro lado, el estrés es un fenómeno que se produce porque las personas no tienen (o creen que no tienen) las habilidades, habilidades o el tiempo necesario para afrontar una situación concreta. Es decir, que se produce un desajuste entre la demanda específica y los recursos para afrontar esta demanda.
- La ansiedad es un síntoma del estrés: gran parte de la confusión entre los dos fenómenos y las similitudes entre ellos es que a menudo ocurren simultáneamente. De hecho, la ansiedad provocada por el estrés es uno de sus síntomas. El estrés prolongado puede quemar a las personas y causar fatiga emocional.
- Intensidad objetiva: aunque el estrés puede causar muchos problemas a las personas en estado de estrés, se puede reducir eliminando el estímulo que lo provoca. Sin embargo, la ansiedad patológica es una interpretación irracional sobre un peligro o una preocupación exagerada. La intensidad de la ansiedad no es acorde con la situación objetiva.
- Momento temporal: el estrés se suele asociar a un desencadenante del momento presente. Sin embargo, la ansiedad puede deberse a preocupaciones de otros momentos temporales, es decir, su fuente no siempre es reconocida, aumentando así la angustia de la persona que lo padece.
¿Por qué en nuestro tiempo experimentamos más de estrés y/o ansiedad?
Desde hace unos años, nosotros mismos nos hemos impuesto «el orden» y así nuestro organismo no ha sido capaz todavía de adaptarse a ello, y esto es lo que muchas veces genera ese desajuste o reacciones tan desproporcionadas.
¿Quiere decir qué no estamos preparados para actuar ante los imprevistos?
El cuerpo está preparado para actuar ante las amenazas. Si que es cierto, que la situación que actualmente vivimos, acarrea una incertidumbre muy alta, haciendo que veamos amenazas continúas, por índole haciendo que no tengamos tiempo para reparar nuestro organismo y que todo ello se convierta en un continuo estrés crónico.
¿Cómo podemos manejar el estrés?
Lo primero que hay que saber es que no todas las personas reaccionamos de igual manera al estrés o ante una misma situación, eso es debido a que algunas personas han desarrollado ciertas habilidades de afrontamiento al estrés que le permiten relacionarse de una manera distinta con las situaciones aversivas.
Tener un poco de estrés no es malo, aumenta nuestro rendimiento, nos permite afrontar retos… Pero cuando es excesivo empieza a confundir todo lo que percibe y por ello el rendimiento cognitivo y la memoria disminuyen.
Unas de las estrategias que nos permiten manejar el estrés son:
- Ejercicios de relajación.
- Dormir lo suficiente.
- Hacer ejercicio.
- Realizar hobbies.
- Evitar pensar obsesivamente en los problemas.
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