La evaluación neuropsicológica pretende determinar el estado cognitivo y afectivo-conductual de una persona. Además, su utilidad se basa en identificar los déficits que presenta una persona y establecer la gravedad de los mismos.

Todo proceso de evaluación deber constar de los siguientes pasos:

1. Entrevista inicial y recogida de información.

2. Aplicación de pruebas.

3. Interpretación de los resultados.

4. Devolución de los resultados.

5. Conclusiones y diseño de un plan de intervención.

6. Recomendaciones.

ENTREVISTA INICIAL Y RECOGIDA DE INFORMACIÓN

Es un primer acercamiento donde el neuropsicólogo formula preguntas a los padres, familiares, profesores y/u otras personas relacionadas con el usuario en cuestión. Esta información debe poder contener aspectos relevantes de la vida de la persona a evaluar:

  • Preocupación actual (motivo de la consulta).
  • Con quién vive la persona, cuántas personas están en su misma vivienda, a qué se dedican…
  • Antecedentes personales y familiares, así como de otras enfermedades crónicas que se hayan podido presentar en su núcleo familiar.
  • Historia médica, académica y laboral.
  • Como describen la conducta los padres, los familiares, el propio examinado…
  • Informes médicos.

APLICACIÓN DE PRUEBAS

Tras un primes acercamiento y una vez recogida toda la información, pasaremos a seleccionar aquellas baterías, cuestionarios y/o test para evaluar aquellas funciones cognitivas que se aprecian como más deficitarias como las demás funciones cognitivas que puedan estar alteradas en menor medida y/o preservadas.

Entre algunos de los cuestionarios que podemos se ha verificado su utilidad para evaluar las diferentes funciones cognitivas podemos encontrar:

  • Atención: TMT, SMDT, entre otros.
  • Orientación: subtest de WMS III
  • Memoria: lista de palabras de NEUROPSI, codificación de caras, etc.
  • Lenguaje: test de BOSTON, ect.
  • Praxias: gesto simbólico, imitación de posturas del Test de Barcelona
  • Gnosias: figuras superpuestas
  • Funciones ejecutivas: STROOP, Torre de Hanoi

INTERPRETACIÓN DE LOS RESULTADOS

Una vez corregidos todas las pruebas administradas, es el momento de analizar los resultados obtenidos para poder proporcionar los déficits principales, los déficits secundarios y aquellos déficits leves o funciones preservadas.

DEVOLUCIÓN DE RESULTADOS

La devolución de los resultados debe hacerse desde un lenguaje sencillo. Esta devolución no debería centrarse únicamente en las puntuaciones obtenidas, sino, además, en la situación actual en la que se encuentra la persona.

Para ello, se puede proporcionar una gráfica de puntuaciones para ayudar a entender dicha puntuación y así poder aclarar los puntos fuertes y débiles.

CONCLUSIONES Y DISEÑO DE UN PLAN DE INTERVENCIÓN

El antepenúltimo punto de toda evaluación, debe contener unas conclusiones generales que ayuden a disipar las dudas que puedan seguir estando y a diseñar un plan de intervención basado en todo momento en la persona. Este plan de intervención debe de proporcionar unos objetivos reales donde motiven a la persona y vea los avances. Además, deben basarse en unos objetivos a corto plazo para poder ir apreciando los resultados, controlar variables extrañas que pudieran surgir durante la intervención y valorar los objetivos conseguidos en durante ese período de tiempo.

RECOMENDACIONES

Recomendamos, tal y como trabajamos aquí, poder coordinarnos tanto con la familia como con los demás profesionales (colegio, médicos, neurólogos, etc) que trabajen con la persona para poder trabajar todos a una y conseguir unos avances más beneficiosos para la persona en cuestión.

Esta evaluación no sirve para etiquetar a una persona, sino para saber dónde necesita más apoyos y poder dárselos, con unos objetivos totalmente individualizados.

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