¿QUÉ ES EL APRENDIZAJE?
El aprendizaje se podía definir como la capacidad que tiene nuestro cerebro en función del funcionamiento de las neuronas y de las redes neuronales que lo forman.
Una autorregulación correcta de nuestro funcionamiento cerebral nos va a permitir ser más libres y autónomos en las decisiones que tomemos. Para ello, es preciso conocer en qué consiste el aprendizaje, las distintas formas que hay de aprender, el ritmo de aprendizaje de cada persona, cuáles son los cambios neuronales que lo sustentan y sus vías de potenciación y mejora de los conocimientos que nos ofrecen.
¿QUÉ CAMBIOS PROVOCA EL APRENDIZAJE EN NUESTRO CEREBRO?
- De nuestra identidad social y de nuestra vida social forma parte nuestra capacidad de aprendizaje y nuestra capacidad de formar recuerdos y conservarlos.
- Nuestra memoria está confirmada y reforzada por las vivencias más comunes que han permitido la comunicación y pertenecer a un grupo social.
- El cerebro no es estático, sino que cambia, cambia a lo largo de nuestro desarrollo y poco a poco se va reorganizando con las experiencias que adquirimos. Esto sucede así debido a la plasticidad neuronal que tiene el cerebro cuando una persona nace y que se va modificando por la estimulación sensorial o por la falta de ella.
- Si yo conozco como se organiza el cerebro como resultado de un determinado tipo de experiencias, puedo mejorar a través de una rehabilitación especializada la capacidad de aprendizaje de personas con discapacidad de distinto tipos, además de atenuar los efectos producidos por la edad.
- Ten en cuenta, cada vez que te enfrentas a una situación nueva, tu cerebro va a cambiar y como consecuencia se va a reorganizar. Por la tanto, aprender es un proceso dinámico que se va construyendo y reconstruyendo, donde el papel más importante lo desempeña la memoria y el olvido.
- La activación y desactivación de genes y su interacción con otros procesos moleculares va a estar influenciado, en cierta medida, por ciertos cambios moleculares. Si yo conozco estos cambios puedo saber qué neuronas están interviniendo cuando se produce un aprendizaje en un determinado momento, y a partir de ahí, modificarlos (directa o indirectamente) justamente en el lugar donde se está produciendo.
En conclusión, no hay una edad en la cual ya no se pueda seguir aprendiendo, en cada etapa podemos incorporar algún aprendizaje y envejecer no significa no seguir aprendiendo. La pregunta que hay que plantearse es ¿qué significa envejecer en nuestro tiempo? ¿qué está significando emocionalmente el envejecimiento para la persona que está envejeciendo? ¿y para la sociedad envejecida en la qué vivimos?
Actualmente, la tendencia del mundo en el que vivimos es a circunscribir el envejecimiento al ámbito de la medicina, como si de un fenómeno se tratara. No obstante, no dejar de ser una simplificación, porque envejecer no es una enfermedad, aunque suela ir acompañada de enfermedades y dolencias.
Rocío Barranco (Doctorando en Psicología).